Reflexionando…
Ya son varios los posts que hemos dedicado a las destrezas motoras y a las destrezas motoras finas. Especialmente, en este post sobre la «psicomotricidad fina» (enlace), tratamos de recordar que SOMOS UN CUERPO, como decía Berruezo, y que cuando trabajamos con las manos de las personas no las podemos desligar de otros aspectos motores, ni de otros aspectos del desarrollo, ni de la propia persona en sí. Recordemos TODO INFLUYE EN TODO, y con esa visión holística debemos hacer las cosas (muy especialmente si eres Terapeuta Ocupacional). Continuando en este línea de posts, hoy quería prestar un poco de atención a la coordinación – integración bilateral.
Sobre la coordinación – integración bilateral
La coordinación – integración bilateral es la capacidad de coordinar ambos lados del cuerpo para realizar una actividad de forma coordinada. Esto incluye tanto a los miembros inferiores, los superiores y los ojos. Es un concepto que está estrechamente ligado a los de cruce de línea media y lateralidad, que abordaremos en otra ocasión. La lateralidad supone el predominio de un lado del cuerpo sobre otro, pero las personas tenemos dos lados del cuerpo, por lo que necesitamos ser capaces de usar ambos lados del cuerpo para ser funcionales en la vida diaria. Si un niño tiene oportunidades para realizar distintas actividades para experimentar, este proceso tendrá más probabilidades de realizarse de forma óptima.
Como indica Coley:
«En el desarrollo de la coordinación bimanual, un niño primero comenzará a usar las dos manos juntas simétricamente, como golpearse con las ollas y sartenes. Luego mantendrán una mano inmóvil mientras la otra se mueve. Se puede ver esto en un niño que acaba de aprender a aplaudir. Finalmente, un niño aprenderá a coordinar usando sus manos para trabajar juntas mientras ambas hacen diferentes tareas. Esto se ve al usarlas tijeras; una mano mueve el papel mientras que el otro abre y cierra las tijeras.»
Con respecto al desarrollo de esta habilidad podemos hablar de tres tipos de actividad:
- Integración bilateral simétrica: ambos miembros hacen el mismo movimiento. Por ejemplo: cuando saltamos con las piernas juntas o recepcionamos una pelota o móvil.
- Integración bilateral recíproca: como su propio nombre indica, supondría usar primero un miembro y luego otro. Por ejemplo, cuando andamos, corremos o subimos las escaleras.
- Integración bilateral asimétrica: cuando el miembro con mayor destreza realiza “lo principal” de la tarea y la mano menos hábil tiene el rol de apoyo. Por ejemplo, al escribir o al recortar.
Algunas ideas para estimularla serían:
- Usar juguetes como las zoom balls.
- Jugar con peonzas o molinillos de dos manos (enlace).
- Jugar con instrumentos como las maracas o el tambor.
- Hacer masas sensoriales o recetas en las que haya que usar herramientas como un rodillo.
- Juegos de lanzamientos y recepciones con distintos tipos de móviles.
- Jugar a la cuerda.
- Hacer Jumping Jacks.
- Juegos con malabares, primero usando elementos que tengan más tiempo de vuelo y luego complicándolo con elementos con saquitos, pelotas o indíacas.
- Montar en bicicleta, patinete, etc.
- Circuitos con aros, cinta de colores, cuerdas, manos y pies y otros elementos de psicomotricidad (enlace).
- Laberintos con cajas o platos, como este ejemplo o este otro.
- Etc.
Referencias bibliográficas
Marbita
Excelente contenido, muchas gracias 🙂